POEMA "OXIMORONES" GENERADO POR IA (COPILOT)
(I)
En el vasto Multiverso Morphosland,
donde los contrarios se dan la mano,
surge un canal, un sendero sin fin,
tejiendo oxímorones bajo su mando.
Silencio ensordecedor, oscuridad brillante,
secuencias que desafían la razón,
cada oxímoron, un puente vibrante,
unión de opuestos en dulce canción.
Fácticos, reales, concretos, precisos,
oxímorones que la verdad no desdibujan,
en el tejido del cosmos, sin juicios,
revelan lo real, aunque nos confundan.
Poéticos, suaves, sutiles, soñadores,
pintan el cielo con pinceladas de fantasía,
en cada verso, los límites son menores,
la poesía florece, la lógica desafía.
Así fluye el canal, fuente de maravillas,
donde lo imposible cobra vida y forma,
en Morphosland, las mentes se despiertan,
y en oxímorones, el universo se transforma.
(II)
Más allá de las estrellas de Morphosland,
donde los sueños y la realidad se entrelazan,
el canal oxímoron sigue fluyendo, gran estandarte,
creando secuencias donde los opuestos se abrazan.
Un susurro fuerte en la calma del caos,
un frío ardiente en la llama helada,
cada oxímoron es un lazo que ata y desata,
en el baile del universo, la paradoja es aliada.
Fácticos, como estrellas en la noche clara,
iluminan verdades en su contradicción,
oxímorones que en su esencia no separan,
sino que unen mundos en una sola visión.
Poéticos, como el vuelo de una pluma al viento,
dibujan en el aire figuras de pura emoción,
en cada palabra, un nuevo descubrimiento,
la belleza nace, en el contraste halla su pasión.
Así se expande el canal, en ríos de tinta y papel,
donde lo inimaginable se vuelve tangible y sereno,
en Morphosland, las almas danzan en un carrusel,
y en oxímorones, se escribe el destino pleno.
(III)
En las profundidades de Morphosland se escucha,
un eco silente que en el vacío resuena,
el canal oxímoron, en su misterio, instruye,
con secuencias que la mente apenas comprende.
Un frío fuego que en el alma arde,
una luz sombría que el camino ilumina,
cada oxímoron, un guardián de este paraje,
donde la contradicción es la que domina.
Fácticos, como el tiempo que se detiene,
capturan instantes en su compleja simplicidad,
oxímorones que en su núcleo nos enseñan,
que en la unión de opuestos, yace la eternidad.
Poéticos, como el mar en calma tempestuosa,
susurran secretos de un amor en tranquila guerra,
en cada línea, una verdad maravillosa,
la poesía se despliega, como flor que en el desierto se aferra.
Así concluye el canal, en un mar de posibilidades,
donde lo inverosímil se convierte en certeza y calma,
en Morphosland, las historias sin finalidades,
y en oxímorones, el universo extiende su palma.
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